El Castillo de Loarre, ubicado en la provincia de Huesca, es una de las fortalezas románicas mejor conservadas de Europa. Desde Euskadi, este destino histórico y cinematográfico se convierte en una escapada perfecta para los amantes de la cultura, la historia y la naturaleza. A tan solo unas horas en coche, este enclave ofrece una experiencia única que combina arquitectura medieval, paisajes impresionantes y un viaje al pasado.

¿Por qué visitar el Castillo de Loarre desde Euskadi?

1. Proximidad y accesibilidad: Desde ciudades como Bilbao, San Sebastián o Vitoria, el Castillo de Loarre se encuentra a una distancia ideal para una escapada de fin de semana. Además, el trayecto en coche permite disfrutar de los paisajes del norte de España.
2. Conexión cultural: La historia del Castillo de Loarre está profundamente ligada a la Reconquista y al Reino de Aragón, ofreciendo una perspectiva fascinante sobre la historia compartida de las regiones vecinas.
3. Escenario de cine: Este castillo ha sido escenario de películas como El Reino de los Cielos, lo que lo convierte en un lugar de interés tanto para cinéfilos como para curiosos.
4. Actividades para todos: Desde visitas guiadas en varios idiomas hasta rutas de senderismo por los alrededores, el Castillo de Loarre ofrece opciones para familias, parejas y grupos de amigos.

Cómo planificar tu visita

• Reservas y horarios: Es recomendable reservar con antelación a través de la web oficial castillodeloarre.net para garantizar tu entrada y disfrutar de visitas guiadas en español, inglés o francés.
• Qué llevar: Calzado cómodo para explorar el castillo y sus alrededores, y una cámara para capturar las vistas panorámicas de la Hoya de Huesca.
• Dónde comer: En los alrededores del castillo encontrarás restaurantes que ofrecen cocina local, perfecta para completar tu experiencia.

Un viaje inolvidable

El Castillo de Loarre no solo es un monumento histórico, sino también una puerta al pasado que te permitirá sumergirte en la vida medieval. Desde Euskadi, esta escapada es una oportunidad única para desconectar y descubrir uno de los tesoros mejor guardados de Aragón.